viernes, 10 de diciembre de 2010

Josep Descanza en Paz.

Josep, descansa en paz!!

Una mención honrosa, merece quien en vida fue alguien muy especial y que marco una lección de vida, despertó en mí un sentimiento de dolor profundo y de injusta realidad. Josep de tan solo 12 años de edad había fallecido el domingo 31 de Octubre, al incendiarse su humilde casa.

Él pudo salvarse, pero al tratar de rescatar la vida de su hermano menor, el 80% de su cuerpo fue afectado por el fuego. Fue llevado al Hospital de Los Olivos y no lo atendieron por falta de dinero, lo llevaron luego al ex hospital del Niño, donde falleció horas después.

Desde aquí mi más sincero pésame para su familia y estoy seguro que Josep se encuentra al lado de Dios Todo Poderoso.

Yo estoy en contra de alabar a los difuntos, y lo que escribo es lo que he visto y vivido durante el poco tiempo que compartí con Josep. Uno de mis mejores alumnos del Taller de Ensamblaje de computadoras – Coviti en S.M.P, a pesar de su edad era muy empeñoso, activo, interesado en aprender, responsable con las practicas, colaborador, juguetón (no en clase) y sobre todo muy educado siempre saludaba al entrar y me daba la mano al despedirse, fue uno de los primeros en comprarme un manual de ensamblaje, tenía un gran potencial.

Lo que más me sorprendió, ¡tal vez porque ni Yo lo hubiera hecho! un día anuncie a todos los alumnos incluido Josep, que inviten a dos amigos a venir a clases ya que no reuníamos la cantidad de alumnos que solicitaban en la oficina y que por ende el curso podría cerrarse, a la siguiente clase Josep fue el único de 15 participantes en traer a 2 amiguitos, preocupado Él para no perder sus clases, me hizo sentir orgulloso por ver como alguien tan pequeño que pudo tener otras preocupaciones como jugar playstation, internet, tareas del colegio, etc., pudo darse el tiempo y la molestia o placer para Él de traer invitados, fue un aliento para mí de continuar con más ganas de enseñar.

En conclusión puedo decir que por algo pasan las cosas, Josep dejo en todos los que lo conocieron, una lección de vida, algo que quedara marcado por toda nuestra existencia. Gracias y hasta pronto Josep Banda Salazar.